EXHUMACIÓN DE CUATRO MUJERES ASESINADAS DURANTE LA GUERRA EN BISCARRUÉS (HUESCA)


12 - 21 de Septiembre de 2018.

El 18 de septiembre de 1936 un grupo de al menos 22 personas fueron apresadas por falangistas y guardias civiles en Murillo de Gállego. Entre ellos se encontraban cuatro mujeres que fueron asesinadas por los represores a las afueras de la vecina localidad de Biscarrués, tal y como conocemos gracias en gran parte a las investigaciones de Antonio Ubieto

El documental del fallecido Felipe Osanz, nieto de una de las víctimas exhumadas, es también un documento inexcusable para todo aquel que quiera conocer más a fondo la historia de aquellos días. se puede consultar en:

https://vimeo.com/1868930

Recogidos sus cadáveres por vecinos del pueblo, fueron trasladados a una fosa del cementerio donde han permanecido durante ochenta y dos años hasta que hace unos meses se puso en marcha el proyecto de recuperar los restos de estas inocentes víctimas del fascismo. Promovidos los trabajos por la Asociación AIDOS, que centra sus objetivos en el estudio de la represión sobre la mujer durante la guerra civil y el franquismo, y subvencionados por el Gobierno de Aragón,

BISCARRUÉS. EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA
Escoba, cepillo, recogedor...arqueología y Memoria.

La excavación de la fosa se ha realizado con metodología arqueológica, documentando exhaustivamente cada centímetro de la fosa, cada fragmento de hueso por mínimo que pueda parecer. 

FOSA COMÚN DE BISCARRUÉS. DIARIO DE EXCAVACIÓN.
Los entresijos del proyecto, en el clásico diario de excavación.

Las características del terreno son muy relevantes en este tipo de proyectos. Es cierto que en otras ocasiones hemos tenido mayor fortuna. En el cementerio de Biscarrués, precisamente en el área donde nos encontrábamos trabajando, aparece el nivel freático a -1,40 metros desde el punto de referencia provisional que empleamos para controlar las distancias en altura. 

Significa esto que los restos de las dos mujeres que se encontraban al fondo de la fosa se han visto afectados todos estos años por la humedad directa. Una mala opción para la conservación de los huesos, como hemos podido comprobar. Los huesos son materiales muy sensibles a las variaciones de humedad e incluso pueden llegar a desintegrarse si se produce la denominada hidrólisis de la oseina, cuando pasan demasiado tiempo en contacto con el agua (más de ochenta años en nuestro caso).


Durante los trabajos nos vimos obligados a preparar una especie de dique, con el objeto de poder retener el agua y dejar el área de excavación lo más operativa posible. Finalmente lográbamos evacuar el agua.... el barro no.

FOSA DE BISCARRUES. NIVEL FREATICO
Arqueología e ingeniería hidráulica. Detalle del dique de contención
 a la derecha de la foto, colmatado por agua del freático.

Este asunto del agua no es nuevo, muy al contrario, es bastante frecuente y en algunos casos especialmente llamativo, como en los trabajos llevados a cabo por nuestra compañera arqueóloga la Dra. Laura Muñoz Encinar en la Mina Terría de Valencia de Alcántara.

Mina Terría, un proyecto excepcional.

Algunos afortunados ya pudimos ver en el Encuentro de Arqueología y Didáctica de la Guerra Civil que organizamos el pasado 29 de septiembre en Huesca, el vídeo de la presentación de los trabajos, que encarecidamente os recomiendo en este enlace:


El agua es casi siempre uno de los grandes enemigos de la arqueología, tanto si llega del cielo como de la tierra.

FOSA DE BISCARRUÉS. ACHICANDO AGUA.
Sergio achicando agua con la ayuda de Irene, familiar de una de las víctimas,
que se desplazó desde Barcelonapara acompañarnos en los trabajos. 
Las familias de las víctimas son siempre protagonistas.

Afortunadamente lo más habitual no es encontrarse esta situación. Por lo general el terreno suele ser mas generoso y amable con nosotros, como podéis ver en la siguiente imagen de una fosa común con cuatro asesinados que documentamos hace unos pocos años.

FOSA COMÚN DE PINA DE EBRO (2012)
Pina de Ebro. Sin agua, esta vez. los huesos se habían conservado en buen estado.

Nuestra fosa presentaba una planta rectangular estrecha, de no más de 0,80 de ancho y profunda alcanzando 1,50 metros bajo el suelo del cementerio. Gracias a Toño Ubieto y los trabajos de investigación por él realizados que nos facilitó desde el primer momento, localizar el emplazamiento exacto de la fosa no nos llevó más de una jornada.

Los cuerpos de las mujeres fueron depositados tal cual cayeron en disposición enfrentada en cuanto a su orientación, dos hacia un lado y dos hacia el otro. Se arrojaron de una en una y, dada la marcada estrechez de la fosa, fueron agolpándose superpuestas, entrelazados brazos y piernas cuando no adaptándose a los limes de la sepultura.

FOSA COMÚN DE BISCARRUÉS.
La víctima nº1, la más cercana a la superficie. Ya se atisba también el cráneo de
la mujer nº 3y la suela de otra que se encuentran debajo. 
Siempre protagonista el barro.

Posteriormente se selló todo el espacio con piedras de tamaño medio (entre 20 y 40 cm).
Las mujeres portaban algunos útiles y enseres personales en el momento de su muerte que se han conservado hasta hoy entre el barro. Todas llevaban su peineta y en algunos casos los alfileres que sujetaban el peinado.

FOSA DE BISCARRUÉS. CRANEO Y ÚTILES DE PEINADO.
A la derecha y parcialmente bajo la suela de la zapatilla se puede
ver parte de la peineta asociada a la mujer nº 1.
A la izquierda junto a la escala asoman bajo el cráneo 
los alfileres del peinado.

FOSA DE BISCARRUÉS. PEINETA.
Peineta de nácar, de la mujer nº 3.

Algunos botones y corchetes de la vestimenta, un dedal o tres monedas que se encontraban en un bolsillo, ya desaparecido, completaban el ajuar que hemos recuperado.

FOSA DE BISCARRUÉS. DEDAL.
Dedal (arriba a la derecha en la foto) de la mujer nº 3.

A la altura del vientre izquierdo de una de las víctimas se encontraba alojada la bala que posiblemente acabó con su vida aquel desgraciado día, no más terrorífico que los que le iban a suceder durante unas cuantas décadas más.

FOSA BISCARRUÉS. BALA ASESINA.
Una bala disparada por un asesino para matar a una inocente. (en la foto arriba a la derecha).
A la izda. de la foto se pueden ver unas monedas (3) que la mujer nº3 guardaba en un bolsillo.

Actualmente se están realizando los estudios antropológicos de los restos exhumados, y las pruebas de identificación genética. En las próximas semanas está prevista la celebración de un acto de reconocimiento a las víctimas, que incluirá (si todo sale según lo previsto) la deseada entrega de los restos a sus correspondientes familiares. 

FOSA DE BISCARRUÉS. SECCIONES.
Secciones de la fosa. Sombreados los restos óseos y en blanco las piedras que arrojaron sobre
 los cadáveres para sellar la tumba. En azul el nivel freático


FOSA DE BISCARRUÉS. PLANTA.
PLANTA GENERAL CON COTAS. SE APRECIAN LOS RESTOS DE LA MUJER 1 Y EL CRÁNEO DE LA MUJER 3. LAS OTRAS VÍCTIMAS SE ENCUENTRAN POR DEBAJO

FOSA DE BISCARRUÉS. PLANTA.

La historia de Felipa Larraz Beitia, Ramona Barba Marcuello, Antonia Larraz Giménez y Modesta Rasal Vera se ha mantenido sepultada todos estos años bajo dos metros de tierra, pero también oculta bajo el silencio y el miedo impuesto por la violencia y la represión de los cuarenta años de dictadura franquista. 
FOSA DE BISCARRUÉS. MUJER Nº1


FOSA DE BISCARRUÉS. MUJER Nº2




Finalmente este triste episodio que ya es parte de la historia contemporánea de todos los españoles, ha tomado el protagonismo justo y necesario. Durante el pasado septiembre se ha llevado a cabo la exhumación de los restos humanos de la fosa. Los trabajos han sido dirigidos por el arqueólogo Hugo Chautón y ha contado con la colaboración de las integrantes de AIDOS y de los familiares de las víctimas que en todo momento han mostrado su reconocimiento a la labor desarrollada y son también protagonistas directos de este relato que ahora ve la luz.


FOSA DE BISCARRUÉS. MUJER Nº3
Restos de la mujer nº 3. Sombreado suela de zapatilla, dedal, bala y monedas,


FOSA DE BISCARRUÉS. MUJER Nº4

Cada proceso de investigación, cada exhumación de cualquiera de los cientos de fosas comunes que aún se encuentran por cunetas y laderas, o en la tapia del cementerio de cualquier pueblo como Biscarrués, supone la recuperación de una pieza del rompecabezas que es nuestra historia reciente, compuesto por miles de pequeños relatos de sufrimiento y humillación, de asesinatos y torturas y cuya realidad permanece aún desconocida para muchos españoles. 

Rescatar este pasado implica un avance trascendente, un paso adelante en la recuperación de la normalidad democrática y de la dignidad pisoteada de aquellas, Modesta, Ramona y Antonia que tan injustamente perdieron olvidadas como Felipa sus vidas por la libertad.

Chautón
11/10/2018

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